Hitler, Franco y otros dictadores
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Santiago
Mata Dedico esta página a mi amigo Ján y a cuantos justamente se escandalizan al ver que hay quien, llamándose cristiano, ataca a otros cristianos —en concreto del Opus Dei— afirmando "no ir contra la Iglesia". En estas páginas he tratado de comprender el por qué de esos ataques, usando el "sentido común". Hay sin embargo otra respuesta, que podría llamarse de "primeros auxilios" y que sirve para el lector que, además de sentido común, tenga sentido sobrenatural: Cristo dijo que a sus discípulos se les conocería por su amor mutuo; también dijo: no juzguéis y no seréis juzgados, y aconsejó rezar por quienes persiguen y maldicen a sus discípulos. Cuando no está clara la motivación —y difícilmente puede estarlo cuando alguien lanza mensajes en la red, más si se esconde en el anonimato—, de un cristiano que juzga y condena a otros, cabe sospechar (al menos provisionalmente) que no tiene razón para hacerlo. Viceversa, de uno que calla ante esos ataques, puede decirse (como digo, al menos como la respuesta más probable) que sigue el consejo de Cristo. Como todos los primeros auxilios, estas
soluciones no son completas si en el caso de que se trata "hay
tomate": para esos casos he escrito las demás páginas
de esta web. Pero, como también sucede con la mayoría
de las heridas, frecuentemente bastan primeros auxilios para curarlas.
Muchas de las críticas —contra el Opus Dei u otras instituciones
católicas— no son más que rencillas que ponen de
manifiesto la necesidad de que todos pongamos más empeño
en seguir los consejos de Jesucristo a los que me he referido arriba.
Al menos eso pienso yo. |